"Baduan Jin" Las 8 piezas del brocado de seda

El Baduan Jin o las ocho piezas del brocado de seda, es una de las secuencias de movimientos más antiguas en la práctica del Qigong o Chi Kung, conocida como “Los ocho brocados”, “Los ocho tesoros” o “Las ocho joyas”, calificativos muy acertados, pues en la vida consideramos de mucho valor, todo aquello que nos proporciona salud mental, física y emocional. 

Algo de historia

Las Ocho piezas del Brocado de seda fueron creadas por el general Yeuh Fei con el fin de mejorar las condiciones de salud y aptitud física de sus regimientos. Historiadores expresan que originalmente las secuencias de movimientos de este estilo eran doce, pero que, con la transmisión de esta tradición de maestro a alumno por más de ocho siglos, se fue simplificando hasta quedar establecida la secuencia de ocho movimientos que se conoce en la actualidad.
Yeuh Fei fue un campesino muy pobre, que gracias al apoyo de su familia logró formarse como un gran erudito en muchas ramas del conocimiento, este renombre en su momento también permitió que uno de los hombres más sabios de su región se fijara en él y después de conocerlo personalmente lo tomara bajo su protección. Esto no solo lo ayudó a ampliar aún más sus conocimientos, sino que también llegó a ser uno de los grandes maestros del Kung Fu, dominando estilos de mano vacía, arquería y otras armas. En China es considerado como uno los más valientes y sabios héroes en toda su historia y aún hoy en día es objeto de grandes muestras de respeto y admiración.

Como realizar los ejercicios

El Baduan Jin es una serie de ejercicios de Qigong que permiten el desarrollo de la Energía Vital (Qi o Chi), esto quiere decir que desde la parte externa del cuerpo, las extremidades, se fomenta la circulación del Chi por todo el cuerpo, logrando así el funcionamiento óptimo de todos nuestros órganos internos, la estabilización de las emociones y nuestro estado mental.
Esta forma de “meditación en movimiento” es muy apreciada, no solo por su sencillez, sino también, por la posibilidad de ejecutarla tanto de pie como sentado, permitiendo a personas con algún impedimento o discapacidad la oportunidad de recibir todos los beneficios que su práctica diaria conlleva.
Cada maestro de Taichi o Chi Kung, puede enseñar el sistema con ligeras variantes, de acuerdo a su estilo y formación. Lo importante es respetar su esencia y desarrollar la secuencia, con la correcta intención mental y de una manera coordinada con la respiración, de esta manera se logra mantener su efectividad. 
Aun conociendo los ocho movimientos, es importante respetar la secuencia original ya que cada movimiento prepara al cuerpo para el siguiente y cada órgano recibe el beneficio de la correcta ejecución del ejercicio. Es ideal comenzar con ejercicios de respiración profunda y algunos movimientos de calentamiento para preparar el cuerpo y la mente para recibir los beneficios de la práctica.


La secuencia es la siguiente: 

1. Dos manos sujetan el cielo para armonizar. Se entrelazan los dedos de las manos se llevan a la frente y luego se extiende hacia arriba.
2. Abrir el arco a la izquierda y a la derecha para disparar al halcón. Se separan las piernas hasta alcanzar la posición de jinete y extender el brazo izquierdo, recoger el derecho en un puño y apuntar hacia el lado izquierdo. Se repite hacia el otro lado.
3. Separar el cielo y la tierra. Delicadamente se baja una mano en dirección al suelo y después la otra sube al cielo, como separando uno de otro.
Baja el cuerpo y aprieta el puño con ojo de enfado. En posición de jinete se llevan ambos puños a los lados de la cintura y se ejecutan 3 golpes con cada puño.
5. Girar la cabeza y mirar hacia atrás, para evitar consumirse. Incorporarse lentamente con los brazos a los lados y las palmas al frente girando la cabeza a cada lado en toda su extensión.
6. Menea tu cola y balancea tu cabeza, nuevamente desde la posición de jinete se describen círculos amplios que incluya toda la parte superior del cuerpo, hacia un lado y luego al otro, tres veces.
7. Llevar las manos de los pies al suelo y agarrase los pies. Finalmente juntamos los pies y descendemos el torso hasta tomarnos de los tobillos.
8. Empinarse en la punta de los pies y rebotar siete veces.

Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su dominio sobre los movimientos que se ejecutan. Al final del post os facilitamos un video para todos aquellos que querais ir practicando desde vuestras casas, y en próximos posts iremos desgranando ejercicio por ejercicio, para que podáis profundizar más en esta serie tan apasionante y beneficiosa para la salud.
Esta actividad os permitirá iniciaros en la disciplina del Qigong. No dejéis perder esta oportunidad de aprender, y estar al día de todos nuestros nuevos consejos, siguiéndonos en nuestro blog Qigong Valencia. 
Si queréis añadir algún comentario o tenéis alguna duda, estaremos encantados de ayudaros.


Zhan Zhuang, estar quieto como un árbol



El Zhan Zhuang es un ejercicio de Chi Kung estático y el tipo de trabajo que se realiza se denomina meditación de pie. El trabajo es interno y se desarrolla la energía. En el Zhang Zhuang se combina el trabajo mental y muscular, con la respiración tranquila y la relajación. El trabajo interno es potente, aunque no se aprecie a simple vista.
Si realizamos bien el ejercicio, a los pocos segundos, empezaremos a sentir como los diferentes músculos que no utilizamos habitualmente, empiezan a quejarse. Nuestro trabajo consistirá en ir relajando todos los músculos y tendones, logrando liberar bloqueos en la circulación del Qi por todo el cuerpo y que este se equilibre de forma natural. Tomaremos consciencia de tensiones crónicas como las que acumulamos en las cervicales y los hombros. Haremos consciente nuestra respiración que se volverá relajada, amplia y profunda de forma natural. Gradualmente nuestro trabajo se centrará en ejercitar el mismo tipo de relajación con la mente, es decir desarrollar su capacidad de atención y concentración liberándola de tensiones y ruidos involuntarios.
Básicamente, la posición Zhan Zhuang es similar a la posición Wu Ji, pues todo el cuerpo debe estar al igual, salvo los brazos que se elevan a la altura de los hombros mas o menos. Las palmas de las manos enfocaran al Dan Tien superior (pecho), los hombros caídos, al igual que los codos, que siempre deberán estar por debajo de las muñecas, eliminando todo tipo de tensiones. En la imagen de ejemplo, detallamos todos los principios a tener en cuenta en la posición.
Aconsejamos que se empiece por practicar la posición inicial Wu Ji, y una vez se lleve unas semanas practicando esta posición y uno se sienta cómodo en ella durante al menos 5 minutos, se podrá empezar a practicar el Zhan Zhuang (abrazar el árbol). Y así gradualmente avanzaremos de una posición a otra. Una vez dominadas las dos posiciones, es posible combinarlas en la práctica.
El trabajo debe realizarse a diario (bueno, tampoco pasa nada si empezáis por hacerlo tres veces a la semana, pero es aconsejable que sea todos los días, pues iréis cogiendo practica y notando los beneficios mas rápido). La práctica concluirá con algún ejercicio de estiramiento y automasaje para ayudar a las zonas que se resientan más del trabajo. 

"La capacidad de transformar la energía e incluso de crearla en el interior de cada ser es uno de los profundos secretos de la vida. Como un árbol, cada uno también es una gran central de energía de la naturaleza. Comparte una gran afinidad con los incontables árboles que le rodean en el planeta. Los árboles tienen mucho que enseñarnos. Están perfectamente adaptados al ritmo de las estaciones. Combinan su inmensa fuerza con la sensibilidad más delicada. Convierten la luz solar y el aire en combustible. Comparten la tierra con otros, pero están seguros en su propio interior. Al estar de pie, como un árbol, solo e inmóvil, se llega a comprender todo lo que ocurre en el interior del ser, todos los cambios internos que tienen lugar en los órganos y músculos. Es necesario practicar constantemente. Cada uno nota las reacciones que tienen lugar en su interior. Este sentimiento nunca acaba. Sigue y sigue, una y otra vez. Este es el camino, no importa lo lejos que uno vaya, nunca llegará al final de todas las cosas maravillosas que se pueden descubrir."

El Camino de la Energía. Lam Kam Chuen.

POSTS DESTACADOS