La ultima de las joyas tambien se puede realizar en cualquier momento. Este ejercicio distribuye la energía por todo el cuerpo, tonificandolo y aumentando el riego sanguineo en todos los vasos capilares. Activa todos los sentidos y nos prepara para la accion. Es como si el Qi acumulado en el interior del cuerpo, se manifestara en forma de descarga electrica, conectandonos con la realidad despues de haber realizado todas las joyas.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Es importante en general no levantar los pies del suelo, sino rebotar sobre la punta de los mismos, sin dejar caer el peso del cuerpo contra el suelo de forma descontrolada, para no producir daños en las rodillas y tobillos. Partimos de la posición inicial Wu Chi (pies paralelos y al ancho de
nuestros hombros, rodillas semi flexionadas y cadera ligeramente
basculada hacia delante). Nos elevamos poco a poco sobre la punta de los pies
empujando con la cima del cráneo hacia el cielo. El mentón queda
recogido hacia el cuello. Aguantamos un poco la posicion, dejamos caer el cuerpo descendiendo sin llegar a tocar el talon en el suelo, rebotando siete veces. Ascendemos de nuevo, y así hasta siete veces.
Respiración: Al elevarnos comenzaremos a inspirar, aguantaremos la posicion para sincronizar nuestra respiracion con la caida, donde empezaremos a soltar aire suavemente durante las siete veces que se rebota, hasta el momento que empezamos a inspirar de nuevo y vamos subiendo de nuevo.
Al concluir puede ser conveniente estirar los gemelos. Para ello
levantamos algo una de las piernas y estiramos los dedos de los pies
hacia nosotros tanto como podamos, lanzando el talón hacia adelante.
Después hacemos lo mismo con la otra pierna.
Esta joya trabaja específicamente los riñones y es uno de los mas completos ejercicios de esta serie. Consigue un gran estiramiento de toda la columna vertebral facilitando así el flujo del Qi por la órbita cósmica (circuito que forman los meridianos del vaso concepción y gobernador), flexibilizando todos los músculos de la espalda, piernas y brazos junto con los meridianos del riñón y vejiga. Es un ejercicio que se puede combinar con practicas internas para reponer le energía perdida a los riñones o simplemente para estimular su funcionamiento y ganar elasticidad general. Es un ejercicio especialmente útil para el invierno, pues es la estación del riñón. Este movimiento fortalece el Jing de riñón. En el pensamiento chino, el Jing se almacena en la región renal, punto Ming Men y existen dos tipos de Jing, el anterior y el posterior. El Jing anterior se refiere a la carga genética que heredamos de nuestros padres y ancestros. El Jing posterior es el que obtenemos de la calidad de la vida que llevamos (alimentación, hábitos de salud, etc...). El riñón es el encargado de almacenar y depurar energeticamente, la conjunción de estos dos tipos de Jing. Gracias a su función nuestras células se reproducen y diversifican, lo cual contribuye en una correcta función de nuestros órganos. Además, el Jing forma parte de los tres tesoros: Jing, Qi y Shen.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Partimos de la posición inicial Wu Chi (pies paralelos y al ancho de
nuestros hombros, rodillas semi flexionadas y cadera ligeramente
basculada hacia delante). Elevamos los brazos lateralmente por encima de la cabeza hasta enfrentar las
palmas de las manos. Volvemos las palmas hacia adelante. La mente se dirige
a hui yin (perineo). La espalda se ha de mantener recta mediante la retroversión
de la pelvis.Vamos agachándonos ligeramente, con la espalda recta
y sin sacar las nalgas. Las manos descienden con los brazos extendidos, por delante del
cuerpo, hasta agarrar los dedos de los pies (si es necesario doblamos las
rodillas). La espalda recta en la misma línea de brazos y manos. Al agacharte y coger las puntas de los pies, estiraremos ligeramente las rodillas sin soltar los dedos de los pies y proyectaremos el estiramiento a la espalda lo que podamos, aunque las piernas no
queden totalmente rectas, no pasa nada, ya irás cogiendo más
flexibilidad. Seguidamente soltamos los dedos de los pies y erguimos poco a poco el cuerpo con la ayuda de los brazos que se levantan por
delante y haciendo un círculo, dejamos reposar las manos en los riñones,
y nos centramos en Ming Men (en la espalda, entre los riñones). Estiramos el torso ligeramente hacia atrás mientras elevamos la mirada
hacia el cielo y exhalamos con la boca abierta.
Respiración: Este ejercicio se compone de dos respiraciones completas. Al ir bajando el tronco y los brazos iremos soltando aire, hasta cogerse de los pies y estirar, que seria el punto de máximo vacío. Al soltar los pies e ir subiendo el tronco iremos inspirando, hasta tener las manos reposadas en los riñones, y al estirar el torso hacia atrás, exhalaremos por la boca todo el aire. Seguidamente volveremos a elevar los brazos inspirando hasta llegara tener los brazos encima de nuestra cabeza estirados, para girar las palmas hacia abajo, momento que volveremos a bajar el tronco y con ello volviendo a inspirar.
Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a
ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su
dominio sobre los movimientos que se ejecuta.
A continuación os dejamos un vídeo explicativo, para mejor compresión, y de esta manera os sea más fácil la ejecución desde casa:
El hígado y la vesícula biliar se benefician de la realización de esta joya.
El Qi del hígado ensancha el yang y despliega el yin. Se regula la
energía generada con los ejercicios precedentes transmitiéndola a los
músculos.
El hígado y los ojos están totalmente relacionados, es más, los ojos son los indicativos de como está nuestro hígado. Es por ello que, para que fluya bien la energía al hígado, es muy importante mantener la
mirada de enfado en este ejercicio, puesto que nos ayudará a
drenar la ira y rabia acumulada, liberando al hígado de todo
bloqueo o estancamiento.
Tanto como si expresamos la ira como si no, siempre
nos afectará al día a día de la vida. Este ejercicio ayuda a liberar esta ira, con el flujo
energético. Estando el hígado más relajado, es más difícil
enojarse, o más fácil aceptar el enfado y
expresarlo sin dañarnos, ni dañar. Practicar Qigong, ayuda a aceptar las
emociones que sentimos sin taparlas, y a expresarlas de forma
saludable.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Damos un paso a la izquierda y doblamos las rodillas para adoptar la posición de un jinete. Mantenemos derecha la parte superior del cuerpo, con los
muslos paralelos al suelo. Columna recta,
sin flexionar las vértebras lumbares. Las rodillas no han de sobrepasar
la punta de los pies, de lo contrario podemos hacernos daño. Doblamos los brazos
hacia el cuerpo a la altura de la cintura, los puños cerrados con el
dorso de la mano hacia abajo y relajados. La vista se dirige hacia el
frente, los ojos bien abiertos.Desplegamos el brazo izquierdo hacia el frente mientras apretamos el
puño con fuerza (puñetazo), el círculo formado por el pulgar y el índice queda
mirando el cielo. El puño apretado con fuerza y la mirada fiera o con ojo de enfado, centrada
en un punto imaginario al horizonte. Los músculos de cara, cuello y
hombros han de estar relajados, solo tensaremos los ojos al fruncir el ceño y los puños. Abrimos la mano de dentro hacia afuera, para recoger energía, e inmediatamente al regresar, relajamos la mirada y los puños, mientras vamos estirando las rodillas y el brazo regresa a la altura de la cintura. Repetimos el movimiento con el puño derecho.
Respiración: Inspiramos y en el momento empezamos estirando el brazo vamos soltando aire, hasta dar el puñetazo, que seria el punto de máximo vacío. Al abrir la mano y coger energía, vamos inspirando, mientras regresamos el puño hasta llegar a la cintura que seria el punto de máxima inspiración.
Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a
ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su
dominio sobre los movimientos que se ejecutan. A continuación os dejamos un vídeo para una mejor visualización de la realización del ejercicio:
El conjunto bazo-estomago es de vital importancia para regular las funciones digestivas y mantener nuestras emociones negativas como la ansiedad, los bloqueos y las preocupaciones excesivas dentro de unos limites aceptables, aportando sentimientos de estabilidad y realismo.
Este ejercicio es ideal y su práctica estira todos los meridianos correspondientes al bazo-páncreas y estomago, produciendo un drenaje del Qi estancado y permitiendo que fluya de esta manera el Qi renovado. También produce un estiramiento de los músculos del torso y de los brazos, relajándolos y aportando una agradable sensación de calma y descanso. Es un poco como desperezarse de forma natural, incluso bostezando para expulsar el Qi estancado.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Empezando con la mano izquierda estirada pero no del todo, y la palma mirando hacia el suelo. La mano derecha estirada pero no del todo, con la palma mirando hacia el cielo, como separando el cielo de la tierra. Las rodillas estiradas y la espalda recta. Poco a poco vamos girando las palmas como conectando una palma con la otra, las rodillas acompañan el movimiento flexionándolas un poco, y vamos juntando las manos. La mano izquierda sube máximo hasta la altura del Dan Tien (3 dedos por debajo del ombligo) y la derecha baja, pero nunca se toca una palma con la otra, simplemente la derecha sigue bajando hasta volver a repetir el ejercicio pero con las manos invertidas.
Respiración: Al ir bajando las manos hasta enfrentarlas una con la otra, se ira inspirando por la nariz, luego al ir separando las manos se empezara a soltar aire hasta que finalizamos la espiración cuando separamos cielo y tierra.
Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a
ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su
dominio sobre los movimientos que se ejecutan.
A continuación os hemos preparado el siguiente video, donde os detallamos la correcta ejecución del ejercicio, para que así podais practicarlo desde vuestras casas.
El Zhan Zhuang es un ejercicio de Chi Kung estático y el tipo de trabajo
que se realiza se denomina meditación de pie. El trabajo es interno y
se desarrolla la energía. En el Zhang Zhuang se combina el trabajo
mental y muscular, con la respiración tranquila y la relajación. El
trabajo interno es potente, aunque no se aprecie a simple vista.
Si
realizamos bien el ejercicio, a los pocos segundos, empezaremos a sentir
como los diferentes músculos que no utilizamos habitualmente, empiezan a
quejarse. Nuestro trabajo consistirá en ir relajando todos los músculos
y tendones, logrando liberar bloqueos en la circulación del Qi por
todo el cuerpo y que este se equilibre de forma natural. Tomaremos
consciencia de tensiones crónicas como las que acumulamos en las
cervicales y los hombros. Haremos consciente nuestra respiración que se
volverá relajada, amplia y profunda de forma natural. Gradualmente
nuestro trabajo se centrará en ejercitar el mismo tipo de relajación con
la mente, es decir desarrollar su capacidad de atención y concentración
liberándola de tensiones y ruidos involuntarios.
Básicamente, la posición Zhan Zhuang es similar a la posición Wu Ji,
pues todo el cuerpo debe estar al igual, salvo los brazos que se elevan a
la altura de los hombros mas o menos. Las palmas de las manos enfocaran
al Dan Tien superior (pecho), los hombros caídos, al igual que los
codos, que siempre deberán estar por debajo de las muñecas, eliminando
todo tipo de tensiones. En la imagen de ejemplo, detallamos todos los principios a tener en cuenta en la posición.
Aconsejamos que se empiece por practicar la posición inicial Wu Ji, y
una vez se lleve unas semanas practicando esta posición y uno se sienta
cómodo en ella durante al menos 5 minutos, se podrá empezar a practicar
el Zhan Zhuang (abrazar el árbol). Y así gradualmente avanzaremos de una
posición a otra. Una vez dominadas las dos posiciones, es posible
combinarlas en la práctica.
El trabajo debe realizarse a diario
(bueno, tampoco pasa nada si empezáis por hacerlo tres veces a la
semana, pero es aconsejable que sea todos los días, pues iréis cogiendo
practica y notando los beneficios mas rápido). La práctica concluirá con
algún ejercicio de estiramiento y automasaje para ayudar a las zonas
que se resientan más del trabajo.
"La
capacidad de transformar la energía e incluso de crearla en el interior
de cada ser es uno de los profundos secretos de la vida. Como un árbol,
cada uno también es una gran central de energía de la naturaleza.
Comparte una gran afinidad con los incontables árboles que le rodean en
el planeta. Los árboles tienen mucho que enseñarnos. Están perfectamente
adaptados al ritmo de las estaciones. Combinan su inmensa fuerza con la
sensibilidad más delicada. Convierten la luz solar y el aire en
combustible. Comparten la tierra con otros, pero están seguros en su
propio interior. Al estar de pie, como un árbol, solo e inmóvil, se
llega a comprender todo lo que ocurre en el interior del ser, todos los
cambios internos que tienen lugar en los órganos y músculos. Es
necesario practicar constantemente. Cada uno nota las reacciones que
tienen lugar en su interior. Este sentimiento nunca acaba. Sigue y
sigue, una y otra vez. Este es el camino, no importa lo lejos que uno
vaya, nunca llegará al final de todas las cosas maravillosas que se
pueden descubrir."
Los beneficios de practicar Qigong, van desde mejoras en la condición física, emocional, mental hasta
equilibrio en el campo espiritual de la persona, además, ayuda a calmar
la mente y fortalece el cuerpo.
Mentales: Al disminuir los pensamientos negativos
aumenta la capacidad de la memoria y la concentración, lo que hace que
toda la energía se distribuya por cada parte del cuerpo. Todo en
conjunto rehabilita la mente, elimina las preocupaciones, regula el insomnio y a su vez produce claridad mental.
Físicos: La respiración al ser diafragmática
estimula a su vez a los órganos del cuerpo, aumenta la capacidad que
tienen comúnmente los pulmones para contener el oxigeno, activa y
restablece la circulación sanguínea y estimula el tránsito intestinal.
Mientras que los suaves movimientos físicos que se realizan en cada
postura se ejercitan los músculos, va reduciendo los dolores o molestias en las articulaciones, desarrolla la flexibilidad y previene que aumente el sedentarismo.
Espirituales: Una de las finalidades de estos
ejercicios es estar en sintonía y completa armonía con la naturaleza, a
su vez abre los caminos para el desarrollo de ciertas cualidades
mientras se transforma de manera positiva el interior del ser. El Qigong
o Chi Kung es una filosofía de vida, que ayuda a la persona a
establecer y sobre todo mantener hábitos que sean saludables para mejorar y alargar su vida.
Emocionales: Al estar concentrados y relajados, los meridianos o
canales por donde fluye la energía, se energetizan y empieza a regularse la
circulación sanguínea por los órganos vitales del cuerpo es decir:
corazón, bazo, hígado, pulmones, riñones y cerebro. Según los relatos de
la medicina tradicional china, en la ley de los Cinco Elementos se
detalla que cada órgano está ligado a una emoción. Es decir, el corazón
aloja la euforia, el bazo la preocupación, la ira se encuentra en el
hígado, el miedo en los riñones y la tristeza en los pulmones.